Cuando decimos que un alimento – por ejemplo las fresas de ese embalaje abajo- estamos haciendo su biodegradación y el resultado de este fenómeno es agua, biomasa (energía), dióxido de carbono y metano.

Lo mismo ocurre con la biodegradación de este envase d2w ™ de las fresas que comemos. El resultado final siempre será, agua, biomasa y dióxido de carbono, y nada más.
La inteligencia de los envases biodegradables d2w ™ está principalmente en el hecho de que son 100% reciclables por los métodos convencionales, pero si escapan de la cadena de recolección de residuos, los envases d2w ™ serán reciclados biológicamente por microorganismos, quedando sólo elementos comunes de la naturaleza.